En esta segunda edición de Prologis, estamos presentando nuestra ruta hacia el Net Zero, un objetivo que consideramos realista. Desde Prolosis, nos hemos comprometido a llegar a Net Zero en el año 2040, diez años antes de lo establecido en el pacto de París y los objetivos del Grind. Hay varios retos que debemos abordar y solventar, y para ello es esencial la colaboración público-privada. Los gobiernos deben desempeñar un papel crucial al facilitar el acceso al capital para este tipo de inversiones a través de incentivos y financiación.
Desde Prologis, vemos Net Zero como una oportunidad para generar valor compartido con nuestros clientes. A través de este valor compartido, podemos ayudar a nuestros clientes a reducir costos y mejorar la eficiencia en el mantenimiento y el acceso a energías renovables. Para lograrlo, tenemos dos estrategias claras: financiar soluciones sostenibles y adelantar el capital necesario para estas instalaciones.
La fórmula para alcanzar el objetivo de Net Zero es accesible en teoría, pero la implementación a gran escala presenta desafíos significativos. Esta es una problemática que nos afecta a todos. Los dos grandes ejes para alcanzar este objetivo son: primero, la inversión y el acceso a energía renovable y limpia; segundo, la utilización de materiales cada vez más innovadores que permitan descarbonizar y Net Zero reducir las emisiones de los edificios.
En cuanto a la necesidad de un pacto energético, Europa ya está liderando en materia de descarbonización y Net Zero, con regulaciones establecidas y metas ambiciosas. Existen obligaciones como el Green Deal, que establece el objetivo de cero emisiones para los edificios en 2030. Sin embargo, hay retos importantes, como la capacidad de la red actual para absorber la energía renovable necesaria y los obstáculos para las instalaciones de producción on-site y distribución de energía generada in situ.
En este contexto, las empresas de Real Estate, como Prologis, tienen un papel crucial y capital. Podemos invertir en grandes instalaciones en nuestros propios espacios, especialmente en áreas urbanas donde la red está constreñida. Contribuyendo de esta manera, podemos avanzar significativamente hacia el objetivo de Net Zero.
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